Un gato muere protegiendo a dos niños de la serpiente más peligrosa de Australia

Un gato llamado Arthur se ha convertido en todo un héroe en Australia después de que salvara a los dos niños de la casa en la que vivía de una muerte muy probable, al entrar en contacto con la segunda serpiente más venenosa del planeta, una serpiente marrón oriental.

Los dos niños jugaban en el jardín trasero de su casa de Queensland con el gato cuando la serpiente apareció de entre la vegetación. La marrón oriental es una serpiente muy agresiva, la más mortal de Australia, la segunda en veneno del mundo y la que más muertes por mordedura de serpiente provoca en el país australiano.

El gato rápidamente comenzó a atacar a la serpiente, que se acercaba a los niños, enzarzándose los dos animales en una pelea que acabó con el gato matando a la serpiente. Sin embargo, la víbora mordió al gato antes de que eso ocurriera.

El gato se desmayó en ese momento, pero poco después se repuso y parecía estar bien, hasta que a la mañana siguiente sus dueños lo encontraron derrumbado y sin poder moverse.

La clínica a la que lo llevaron, la Animal Emergency Service de Tanawha, en Brisbane, explicaba en un comunicado que “los síntomas de Arthur fueron demasiado graves para recuperarse”, por lo que el animal murió.

La notica dejó devastados a sus dueños, quienes le agradecen por su valor al enfrentarse con la serpiente y salvar las vidas de sus hijos, escribió el Servicio de Emergencia Animal en su cuenta de Facebook.

“Arthur siempre estaba haciendo travesuras; ya nos había visitado antes de sufrir accidentes y nuestro equipo lo quería mucho. Descansa en paz Arthur, nuestro pequeño héroe. Con amor del Equipo de Tanawha del Servicio de Emergencia Animal”, escribieron en la publicación que acompañaron con la foto del gato y la serpiente.

Según relatan medios locales que registraron el hecho, la serpiente marrón del este es considerada la segunda serpiente terrestre más venenosa del mundo, solo superada por el taipán interior, que se encuentra en el centro de Australia.

En los humanos, la mordedura de esta serpiente genera, entre otros síntomas, hipotensión, colapso y paro cardíaco.